SEGUNDO ANIVERSARIO, EXPOSICIÓN VS.

Este sábado con motivo del segundo aniversario del Taller Experimental de Gráfica, se inaugura la exposición VS. de Demián Flores en el Centro de Formación de la Antigua Guatemala.

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Esperamos contar con su presencia.

DISFRAZ

Esta es una de las obras con la cual Plinio Villagrán participa en la exposición del primer aniversario del TEG.

CÉDULA

Obra de Erick Menchú y Alberto Rodríguez.

INAUGURACIÓN

El martes 27 de febrero se inauguró la muestra del primer aniversario del TEG, les agradecemos a quienes asistieron y quienes no han ido a verla todavía, esperamos que tengan oportunidad de hacerlo. Permanecerá abierta hasta el 21 de febrero.

ANIVERSARIO DEL TEG

EN TIEMPOS DEL CODIGO DE BARRA.
Reflexión de una exposición de gráfica.



Están grabados en todo, es el signo del consumo, y nuestra vida, la cual esta constituida por el código de barra es parte de ello. Todo lo que deseamos y tocamos está predeterminado y registrado, hasta nuestra propia muerte en los formularios para comprar un mausoleo a plazos, pero aún cuando no existe este plan de previsión, es inminente un proceso fabricado y de protocolo: Papeleos, trámites, procesos administrativos y burocráticos. Entre nacer y morir se reproduce el trámite y la norma. El código de barra define nuestra cultura.

¿Qué tiene que ver lo anterior en un texto alusivo a una exposición de gráfica? Respondo a mi parecer y me atrevo a relacionarlo no solo por el parecido inusual del código de barra con la imagen múltiple, sino también por un sentimiento más bien pragmático que tiene que ver con lo valioso de dar un giro en relación con la reproducción de la imagen en esta muestra; relación que de edifica entre la escasez de la producción gráfica que el proyecto del taller pretende cambiar y el vacío de un medio cultural sin estructura definida, en donde la producción gráfica ha tenido la peor parte.

Pero quiero centrar la importancia de esta reflexión hacia las propuestas presentadas en esta exposición. En primera instancia, es interesante ver que a pesar de no tener un tema específico los proyectos tienen una gran afinidad: La violencia en todas sus manifestaciones. Desde la más sutil, hasta la más cruda. La idea del código de barra puede relacionarse y mezclarse como un pretexto y a la vez como una sentencia marcada en nosotros. Ya de por si, el código de barra connota violencia sin darnos cuenta. Como apunté arriba, condiciona nuestro actuar y nuestra actitud repetitiva de consumir cualquier cosa desde la cultura y el conocimiento hasta lo más ordinario y vulgar. Pero, ¿que hay de la violencia del consumo y lo hecho en serie? Radica en el hambre constante y el voraz suplicio de nuestra angustia y soledad. Sentirnos solos es lo que nos incita a consumir cuando deja de ser una necesidad primaria. La repetición constante de la imagen violenta en todos los medios, (prisión sin escapatoria, como el cuerpo mismo) nos llena de zozobra y a la vez de placer. Las relaciones de poder y la violencia que ello implica son códigos que se repiten constantemente y quiero destacar sin mencionar a cada uno de los presentes artistas los ejes de esta exposición que se construyen alrededor de la violencia: el sexo, el tabú, la religión y el humor negro hecho desde problemáticas sociales y locales, pasando por lo sublime de edificar una torre inútil, hasta los glifos universales que nos enseñan como debemos conducirnos y comportarnos: el daño de lo homogéneo.

Así, vivir violentado todo el tiempo en el mundo y especialmente en un país como este es una condena. Y crear parece ser la única opción para escapar y sobrevivir entre despojos y andrajos. La muerte como fin último se nos muestra actualmente como en los códigos de barra, una medición, una estadística. Se nos ha reducido a cosas, a objetos de medición.


Plinio Villagrán